Por: Manuel García
Por estos días celebramos con Jubilo millones de Colombianos la entrega de Armas de las FARC , certificada por la ONU , sin duda alguna un paso histórico en la búsqueda de la PAZ , estable y duradera ; sin embargo esta tan anhelada Paz por los colombianos solo será realidad en la medida que la desigualdad social que se contonea rampante por campos y ciudades sea superada para beneficio de millones de colombianos.
Si este flagelo de la desigualdad y la pobreza no se trata con medidas que vayan más allá del asistencialismo social, llegando a los cambios profundos y estructurales que demanda el modelo político, económico y social Colombiano , puede este cáncer amenazar la estabilidad del País.
Analicemos algunas cifras sobre el problema , la CEPAL en su último informe arroja cifras alarmantes que muestran la magnitud del problema ,en Colombia el 45% de los niños son pobres , y el 17 % Indigentes , si sumamos estas dos estadísticas tenemos un escandaloso 62% de la población infantil que no tiene acceso a salud, vivienda , Nutrición, educación , entre otros , si este es el panorama nacional para quienes dirigirán los destinos del país , qué futuro le espera a Colombia?
El país dentro del ranking mundial que mide la distribución de la riqueza e ingreso en sus habitantes, señala que ocupamos el deshonroso puesto Octavo frente a los países más desiguales del mundo , estos crecientes niveles de inequidad y desigualdad son la causa fundamental del aumento de pobreza y violencia e inseguridad nacional,
El anterior panorama, nos señala el reto de la erradicación de la pobreza e inequidad que junto con la PAZ se convierten en las columnas estructurales de transformación del país.
Cerrar la brecha de la inequidad demanda el diseño de políticas públicas orientadas a este fin , priorizando el gasto nacional en inversión social direccionado a los sectores más deprimidos de la sociedad, Transformación del campo como motor generador de desarrollo y oportunidad, Renegociación de los tratados de libre comercio que acabaron con el agro y la industria nacional , Replanteamiento del pago de la Deuda externa frente a la banca internacional , máxime que el 50% el PIB nacional se va al pago de la deuda , desmantelamiento de los focos de corrupción en la contratación pública , donde se pierde el dinero para la transformación de la realidad social de quienes más lo necesitan , para terminar, la profundización de la democracia y la participación política de los sectores excluidos históricamente quienes representan las regiones más golpeadas por la violencia como Urabá. Solo así habrá una Colombia Digna, justa y de oportunidad para todos.